Nuestra historia comienza con una Pinza que atrapa un Oso, un símbolo de la emoción que sentimos al perseguir lo que parece inalcanzable. Esa simple imagen nos recuerda que, a veces, lo que más queremos está justo frente a nosotros, esperando ser alcanzado.
Nos inspiramos en la máquina de garra de peluches, que con sus movimientos impredecibles, nos recuerda que cada intento, aunque a veces fallido, es un paso hacia la realización de un deseo. Es un recordatorio constante de que la perseverancia y la paciencia, son las claves para alcanzar nuestras metas. Porque cada intento, cada error, y cada ajuste en el camino, nos acercan un poco más a nuestra propia realización.
Creemos firmemente que el proceso es tan importante como el resultado, y que la verdadera magia se encuentra en la persistencia y en el compromiso con el que lo hacemos. No se trata sólo de atrapar el oso, sino de disfrutar del viaje, de las lecciones aprendidas y de los pequeños logros que nos impulsan a seguir adelante.
Detrás de esta historia hay dos madres soñadoras, mujeres que buscan día a día el equilibrio entre la maternidad y la realización personal. Que entienden que criar y crear pueden convivir, que los sueños propios también tienen derecho a crecer junto a los de nuestros hijos. Este proyecto nace desde ese deseo profundo de construir algo propio, con amor, con esfuerzo, con identidad.
Por eso, los invitamos a unirse a nuestra misión: animarse, crear y nunca dejar de soñar. Porque en cada proyecto, en cada desafío, hay un poco de magia y un gran oso esperando ser atrapado.